La Didàctica musical, entendida como la aplicaciòn pràctica de la pedagogìa y la metodologìa especìfica, ha experimentado en el ùltimo siglo un cambio sustancial en su orientaciòn.
La constante presencia y difusiòn de la mùsica no se corresponde, en la mayoria de los casos, con un disfrute consciente y reflexionado por parte de quien la escucha.
Si la mùsica, como forma de expresiòn, utiliza las cualidades del sonido para manifestar ideas, sentimientos y emociones, y tiene la categorìa de instrumento de comunicaciòn interpersonal y, como tal, permite la creatividad, resulta indispensable una acertada educaciòn musical que prepare a los alumnos en la correcta utilizaciòn del sonido como medio de expresiòn, de comunicaciòn y de elaboraciòn propia o creaciòn y en la percepciòn o escucha activa.
En el proceso de enseñanza y aprendizaje musical, la expresiòn se trabaja a travès de la expresiòn vocal y el canto, la pràctica instrumental, el movimiento y la danza.
Por ello conviene despertar en los niños gradualmente, la curiosidad y el interès por conocer los signos gràficos musicales. A partir de este interès inicial, se le inicia progresivamente en la pràctica de la lectura y la escritura de la notaciòn musical, como medio para fijar lo que se interpreta, lo que se desea comunicar a otros o lo que se crea, o para comprender y poder describir lo que se escucha.
Tomado de: Manual de la Educaciòn. Didàcticas Especìficas "Mùsica". (2007). Editorial: OCEANO.
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